21 de noviembre de 2024

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El Juicio contra el matón Jordi Arasa, jefe de la ARRO, llega a su fin con la posible y esperada inhabilitación del Inspector

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AVISO: Crónica no firmada en protesta por la “Ley Mordaza”.

El Juicio contra el Inspector de los Mossos y jefe de la ARRO, el matón Jordi Arasa ha llegado a su fin con sus declaraciones. El Inspector negó la evidencia para acabar reconociendo que no tenía otra opción que ser un “matón” el 15M. La defensa y la Fiscalía piden su inhabilitación al entender que es un peligro público.

Bienvenidos a casa, aunque no es Navidad” – Así abrió las puertas de la sala del Palacio de Justicia de Barcelona Jose, el agente judicial encargado de velar por el buen funcionamiento de las tres sesiones del juicio contra el inspector los Mossos y jefe de la ARRO el matón Jordi Arasa. Esto ha sido lo único de divertido de un juicio que se ha encargado de analizar la actuación del entonces sub-inspector de la ARRO (Àrea Regional de Recursos Operatius) de los Mossos d’Esquadra y responsable del Operativo del 15-M.

Después de las dos primeras sesiones del juicio donde la jueza escuchó a los testigos como contaban lo que Jordi Arasa les hizo, y donde también tuvo que llamar la atención al ahora Inspector de los Mossos d’Esquadra por presentarse armado en la sala. “Usted tiene derecho a guardar silencio, lo que piense que puede ser más beneficioso para sus intereses” – le espetó una de las juezas para informarle sobre sus derechos como acusado, en éste caso de cuatro delitos de lesiones, uno contra la integridad moral y una falta también de lesiones.

Arasa ha respondido todas las preguntas, tanto las de la Fiscalía, como las de las cinco acusaciones particulares y las de su defensa, ejercida por Josep Lluís Florensa Labazuy, abogado contratado por la Generalitat de Catalunya. Su declaración se prolongó durante más de una hora y cuarto, antes de dar paso a la exposición de las conclusiones definitivas de todas las partes en litigio. Así se ha cerrado, nueve años después de los hechos, la vista oral de un caso que -por fin- ha quedado visto para sentencia. Previsiblemente, el veredicto tardará en llegar entre uno o tres meses, a expensas de que este pueda ser recorrido por alguna de las partes a instancias superiores.


Jordi Arasa toma a la sala por “tonta” y niega la evidencia

La primera en interrogar Jordi Arasa ha sido la representante del ministerio público, que ha comenzado preguntando por los preparativos del dispositivo desplegado en la plaza por “intentar hacer la limpieza por orden del Gobierno“, según lo ha definido el propio antidisturbios. “La tarde anterior recibí una llamada para avisarme que a las 6 de la mañana teníamos un breefing para explicarnos el operativo. No sabíamos por qué“, aseguró Arasa antes de explicar que misión que se asignó a sus hombres fue la de “asegurar la plaza y coger a las personas que no quisieran salir y sacarlas “.

Arasa ha justificado su matoneria de lante de la jueza con declaraciones de éste calibre “Hacían resistencia activa, no permitían que los cogiéramos para apartarlos“. Un vivo ejemplo de que el responsable de la ARRO es un peligro público y se lo PASA BOMBA APALIZANDO A GENTE en cada operativo en el que va. Arasa habló con el CECOR (centro de mando) de los Mossos explicando que los manifestantes estaban violentos, a pesar de que las imágenes decían lo contrario: “Se utiliza el bastón policial para mantener la distancia de seguridad con la línea policial para que se nos van tirando encima” (recordemos que Arasa se dedica a clavarlo al primer manifestante que se encuentra en sus narices, y si puede le pega una paliza). El hecho de pegar de arriba a abajo lo justificó de la siguiente manera: “algunas veces era imposible golpear bien, se hacía de arriba a abajo para que la gente estaba sentada en el suelo“.

La jueza solicitó el visionamiento de las imágenes en las que se ve al Inspector utilizando al Inspector practicando su deporte favorito, GAMBERRISMO POLICIAL. Delante de la sorpresa de toda la sala Arasa, con chulería y prepotencia contestó: “Podría ser yo, pero tampoco se lo puedo asegurar al cien por cien“. La misma respuesta se escuchó una docena de veces en las que se ve al Mosso agrediendo a manifestantes.

La determinación de pasarle las culpas a los demás y ser un chulo y prepotente le llevó a decir “yo no cogí a nadie por el pelo, yo sé que golpeé a varias personas pero no puedo recordar sus caras” – a pesar de ser consciente que el que aparecía en los vídeos era él y que el Inspector está a un paso de que se le acabe lo de ser un matón. El intento de culpar a los demás agentes es evidente en declaraciones como éstas “no es la primera vez que me pasa, hay algunos agentes que nos parecemos“.

Cabe comentar que ningún mando, pero, hizo informes de las actuaciones irregulares de los agentes que actuaron en el operativo a pesar de ser consicientes de que no actuaron bien y que los jefes debían ser sancionados por ello.


Jordi Arasa a un paso de la inhabilitación

Tras escuchar a ambas partes, la Fiscalía considera probados los hechos de los que se acusa al Inspector de los Mossos d’Esquadra Jordi Arasa. Considera que su actuación fue “desproporcionada” y fuera de la legalidad policial. Se mantiene la petición contra el Mosso de tres delitos de lesiones con el agravante de que utilizó un instrumento peligroso (la porra) y tres faltas de lesiones. Aun así pide que no vaya a la cárcel. Si que le pide el pago, pero, de la responsabilidad civil tanto para él como para la Generalitat de Catalunya de forma subsidiaria.

Con cara de circunstáncias Arasa ha escuchado a la abogada de una de las víctimas, Núria Monfort, quién ha criticado a la DAI (División de Asuntos Internos) de los Mossos d’Esquadra al entender que “debería haber actuado para identificar los agentes” – cosa que no han hecho para encubrirlos. Esto ha hecho que el caso se haya alargado durante tantos años. “Es profundamente lamentable celebrar el juicio nueve años después de los hechos” – ha añadido Núria en las conclusiones del juicio.

También Monfort ha rebatido la petición de exención de responsabilidad hacia el acusado que ha hecho el Fiscal al entender que Arasa cumplía órdenes, pero con unas palabras que indican a la perfección lo que realmente hace el Inspector de los Mossos en su operativos con la ARRO “el uso antirreglamentario de la fuerza nunca puede ser justificado por el cumplimiento del deber“. Arasa ha bufado cuando ha escuchado la petición de la jurista ante la sala: “La pena de inhabilitación es la principal que solicitamos, no puede haber impunidad. Arasa es un peligro para la ciudadanía, incluso para el mismo cuerpo de los Mossos“.

En el turno de uno de los abogado de Irída, se han destacado los cambios dentro de los Mossos a la hora de poder identificar a los agentes que obran mal, a pesar de que muchos a día de hoy se siguen tapando ILEGALMENTE sus identificadores. También ha hablado del área de mediación de los Mossos d’Esquadra que justamente se creó debido al errático operativo de aquel día en la Plaça Catalunya de Barcelona.  En referencia a las penas, las acusaciones han mantenido la petición en todos los casos menos en el de una de las denunciantes, por quién han rebajado la calificación de delito de lesiones a falta.

En el turno de la defensa de Arasa, se ha pedido la absolución del Inspector de los Mossos de todos los delitos de los que se le acusa, centrandose en que hubo errores de procedimiento polcial. Nueve años después y contra todos los pronósticós, el jefe de la ARRO y el mas matón de todos los Mossos Jordi Arasa, ha vuelto al banquillo de los acusados. Se espera ahora justicia de verdad y que tenga el merecido de ser expulsado del cuerpo de Mossos d’Esquadra.

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