CARTA DEL LECTOR: Cólera: el Tribunal Supremo y la Ilíada

Amadeu Palliser Cifuentes

La primera palabra de la literatura occidental, en el Canto I de la Ilíada, es peste – cólera: “Canta, oh diosa, la cólera del Pélida Aquiles (…)“, ensalzando la ira y la furia del citado personaje (obra atribuida a Homero, s. VIII a. C.); así que, casi treinta siglos después, nuestra especie no ha cambiado tanto, como nos lo demuestra, nuevamente, el Tribunal Supremo, prevaricando al amenazar con carácter preventivo a los técnicos de evaluar los permisos para el confinamiento domiciliario de nuestros presos políticos; con el previsto resultado, ninguna sorpresa.

Ni ante una pandemia como la que padecemos, los miembros del TS muestran ningún atisbo de humanidad, como sí hacen con otros presos comunes; pero está claro, los presos políticos, sí, políticos, ya que lo son por sus ideales, y esto es intolerable para los unionistas, que sólo respetan su ideología centrada en la unidad de España, atada y bien atada, desoyendo, siempre, los dictámenes de la ONU y de los juristas europeos.

Y con estos mimbres, no podemos esperar nada bueno; pero será una decisión más que nunca olvidaremos, como tampoco olvidaremos la “gestión centralizada” contra la pandemia que, a todas luces, está siendo nefasta.

Pero, claro, el rey, vestido de camuflaje, los partidos unionistas siguiendo la rosca, los podemitas haciendo el ridículo (pero ya han conseguido su objetivo) y, buena prueba de ello la tenemos aquí con Ada Colau, que aprovecha cualquier ocasión para ensalzar las excelencias de su gestión municipal y, de paso, las del gobierno del estado y, siempre, siempre, criticando la gestión del gobierno de la Generalitat. Aquí sólo hay una persona más cínica todavía, que le gana de calle, Miquel Iceta, que, por pundonor, debería callar o, mejor dicho, desaparecer del mapa político.

Ayer, en el FAQS, con una puesta en escena institucional, aprovechando todos los platós televisivos y cadenas de radio, mostrando, una vez más cómo aprovecha la ocasión para hacer política, incluso tocando la fibra sensible de los niños; pero tampoco olvidaremos su deslealtad institucional así como su nada ética toma de posesión, gracias a Valls, pero está claro, todos los favores se pagan, y esto forma parte del pago.

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