10 de octubre de 2024

Kit Media Internacional

Marcamos la diferencia

América Latina está transformándose en un polígono estratégico para las fuerzas especiales de Estados Unidos

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Los medios estadounidenses informan que después de pasar más de 20 años luchando en las guerras de Medio Oriente, la comunidad especial estadounidense está cambiando a otros entornos. Con el potencial de un conflicto con China en el Indo-Pacífico cada vez más grande en el fondo, el mando de operaciones especiales de Estados Unidos se está centrando cada vez más en las operaciones en la jungla.

Nueva táctica de guerra

La guerra en la jungla presenta un nivel de dificultad completamente diferente y requiere entrenamiento especializado para operar de manera efectiva. El año pasado, un pequeño equipo de Marine Raiders completó un curso de guerra en la jungla que aborda los desafíos que las fuerzas estadounidenses podrían encontrar en un conflicto del Indo-Pacífico. El curso de dos semanas se lleva a cabo en la isla de Oahu, Hawaii, y estaba diseñado para realizar pequeñas operaciones especiales y dar las habilidades necesarias para sobrevivir y prosperar en las operaciones en la jungla.

Los Marine Raiders se entrenaron en habilidades de movilidad en la jungla, como navegar entre matorrales espesos, escalar y hacer rappel en acantilados y atravesar ríos, técnicas para contrarrestar dispositivos explosivos improvisados, reacción al contacto y emboscadas. Un militar de las fuerzas especiales estadounidenses dijo que “durante mucho tiempo nos entrenamos para ambientes desérticos y ahora tenemos que mirar dónde podríamos ser necesarios a continuación, y la jungla encabeza esa lista“. Dos décadas de operaciones militares en Irak, Afganistán y Siria embotaron las capacidades de guerra en la jungla de muchas unidades. Por ejemplo, el movimiento en la jungla es mucho más restringido y la visibilidad suele limitarse a unos pocos metros. Además, hay muchos animales pequeños y grandes que pueden arruinarle el día a alguien, por lo que es necesario un entrenamiento de supervivencia adecuado. El seguimiento es otra parte importante de las operaciones en la jungla. Con tanto follaje, es fácil para una unidad no entrenada dejar evidencia de su dirección en la jungla. Los comandos estadounidenses tienen una larga historia de realizar operaciones en la jungla. La mayor parte de ellas fueran realizadas en el siglo XX, incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy Estados Unidos está limitado en llevar a cabo operaciones en jungla por ausencia de los conflictos militares con su participación directa. Dadas dichas limitaciones, el Pentágono está buscando un terreno ideal donde pueda llevar a cabo entrenamientos militares de forma continua. La geografía ha ofrecido una solución al mando militar de Estados Unidos: América Latina se presenta como una tierra perfecta para realizar dichos entrenamientos, especialmente en condiciones de selva. El terreno diverso, que incluye montañas, ríos, bosques y selvas, proporciona escenarios de entrenamiento que simulan situaciones complejas y cambiantes, preparando a las tropas para una amplia gama de desafíos y misiones. Además, la proximidad geográfica de América Latina a Estados Unidos facilita el despliegue rápido y económico de tropas y equipos para llevar a cabo estos entrenamientos.


La presencia militar Estadounidense en América Latina

Desde hace muchos años la región latinoamericana está en los intereses tanto económicos como militares de Estados Unidos. La fructífera política externa de Estados Unidos llevó a la presencia militar en un par de los países latinoamericanos. Cuba encabeza la lista con la Base Naval de la Bahía de Guantánamo (unos 6 mil militares y civiles estadounidenses). Se localiza al extremo sureste de Cuba y alberga una base naval estadounidense de aproximadamente 117,6 km² (49,4 de tierra firme y el resto de agua y pantanos), en que se encuentra su prisión militar. El perímetro de la base se extiende por 28,5 km.

Es evidente que el personal militar estadounidense que trabaja en la Base Naval de Guantánamo tiene restringida la salida de la base y la entrada en Cuba sin permiso y autorización previos pero nada obstaculiza al mando militar de la base llevar a cabo los entrenamientos de desembarco.

No obstante, la tarea principal de la base comprende ser el punto de aseguramiento para las naves que están flotando desde USA hacia los países latinoamericanos. En caso de un presunto conflicto entre Estados Unidos y un país latinoamericano, Guantánamo servirá como punto de mantenimiento de una operación militar estadounidense.

El segundo lugar en la lista ocupa Honduras con el Base de Soto Cano. Esta base ha sido utilizada por USA para operaciones militares y misiones de ayuda humanitaria en América Central. En la base se ubican los militares de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (Joint Task Force Bravo). Los militares de dicha unidad múltiples veces participaron en las misiones de rescate y salvamento en diferentes países latinoamericanos. El material bélico alojado en la Base Aérea de Soto Cano proporciona al comando militar la posibilidad de llevar a cabo operaciones aéreas de despliegue de unidades especiales. En el contexto de la preparación para operaciones humanitarias, se puede brindar capacitación a los militares de las fuerzas especiales en entornos médicos. Por ejemplo, podrían realizar simulacros de evacuación de soldados heridos, lo que les permitiría desarrollar habilidades vitales para responder a situaciones de emergencia médica en el campo de batalla.

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